Te falta o te sobra: ¿en qué te has estado equivocando? … ¿Asumes que siempre aparecen otras “mejores” que tú?.
Ser insuficiente y culpable, apenas debe describir cómo te sientes en esas relaciones (o “intento de”).
Se apodera de ti “el exorcista”… Esa voz entre propia y ajena que está ahí adentro para ver quién es la víctima y quién el victimario dentro de tu mala fortuna repetitiva con las parejas.
¿Cuál serás tú?
Y empieza la “cacería de brujas” para ver a quién castigan y ver si así, la cosa cambia.
Aparecen juicios fulminantes que te dejan sin salida si la culpable eres tú:
¿Te atreves a completar esta lista?... Mentira, yo sé que podríamos dejarla más amplia que el censo poblacional chino, es solo para que notes que tus creencias limitantes pueden ser infinitas, pero la verdad siempre es una: quieres ser feliz contigo y en pareja; en ese orden, (espero) y si no, fíjate que te voy dando un “spoiler alert”.
Vamos a calmarnos.
Por más que vivas alguna de la lista como realidad absoluta, no significa que no pueda ser diferente.
Aprovecho para dar la primera palmada que te haga abrir los ojitos del alma, no solo los físicos.
De los creadores de:
Ahora llega:
Y la verdad es que sí puedes cambiar; es más: puedes transformarte y eso, es lo que sucederá contigo si estás dispuesta a abrirte a una perspectiva más trascendental de la vida y el amor.
¿A caso no crees que haber nacido, tiene un sentido evolutivo para tu ser (o tu alma)?... Ya va, ya va, no voy a caer arbitrariamente en asegurar que fuiste mala y por eso te toca vivir esto; o que en tu vida pasada fuiste la viuda negra que se comió a sus parejas y por ello está pagando así, ahora.
Y aunque así fuera, ¿no es hora de hacerlo mejor?
Si haces memoria, de todo lo que has tenido que aprender en esta vida de carne y hueso, no ha faltado la dificultad como ingrediente básico. Y si tu memoria no te da, recurre a la observación de los bebés:
Aprender a hablar, implica la impotencia de que no te entiendan porque solo balbuceabas, hasta que un día ¡salen las palabras!
Caminar, involucra la titánica labor de levantarte y todo, para que después te caigas-te levantes y así, hasta que un día, ¡corres!
Recuerdo que mi encuentro con el "agua hirviendo", fue acercándome a esa misterioso vapor que salía de ella, hasta que metí las manos de lleno y sin freno. Lo demás, ya te imaginarás.
Uno aprende en la escuela, gracias a que se da cuenta fallando.
Y así, eventualmente con trabajar, ganar dinero, satisfacer gustos y necesidades... conocerte y desbloquear poderes gracias a la dificultad.
Y ni qué decir del solo hecho de ser humano y máxime, siendo MUJER con la oportunidad de reconocerse y amarse a través de los patrones que repite con sus parejas (¿el agua hirviendo?).
Ponte un separador imaginario en esta parte, que vamos a volver y ya verás porqué.
Le has tenido más miedo a cambiar, que a seguir sufriendo...
¿Has notado esa constante en tus relaciones?
Al igual que te confundes buscando culpables de esas dolorosas repeticiones con las parejas, podría pasarte lo mismo cuando piensas en tus opciones para resolverlo y en el mejor de los casos, cuando reconoces que el cambio es tuyo, lo confundes con que “tienes que arreglar lo malo en ti, para satisfacer a ellos”; o se los avientas como papa caliente: “que ellos se compongan” para que no quede en ti el esfuerzo de cambiar.
Lo recuerdes o no, es probable que hayas sido envuelta en la creencia de que siempre te faltaba “algo” para ser “adecuada” según mamá o papá... Belleza, intelecto, simpatía, carácter, talentos, tu lugar de preferencia entre hermanos... O tal vez, que siempre te compararan con estereotipos para “motivarte” (según ellos).
Y aquí te tenemos ahora, culpándote por no ser suficiente para tus parejas y averiguando cómo poder serlo…
¿Más ejemplos?
Ahora te planteo si no te parece sensato que la vida te ayude a conocer la fuerza en ti, que en ese pasado no pudiste ver.
¿Cómo?, repitiendo esas oportunidades a las que les llamas problemas, pero cambiando a unos personajes por otros.
¿Puedes ver la diferencia entre creer que algo se repite para sufrir o para evolucionar?
Bueno, bueno ¿y entonces, cuál es la propuesta?
Vamos adonde pusimos el separador, ¿recuerdas?
Basta de “lo que no” (que abunda), y vamos a lo que sí (ignorado en un rincón con poca fe)
Hay una verdad incuestionable: todo en tu vida ha sido APRENDER y eso no tiene que ser siempre sinónimo de pasarla mal.
Vuelvo a dar una palmada para que despiertes (más):
Para ti “ser feliz”, está relacionado con el amor en pareja, ¿cierto?.
Y entonces, te pregunto: ¿Con qué aprendizajes y qué repeticiones estás llegando a esos encuentros sentimentales?
Lo que te enseñaron, viste o te hicieron en la crianza influye mucho, pero NO ES TU NATURALEZA: es la parte primaria de la escuela en la que si no te enseñaron a leer y escribir bien, por ende, lo posterior se te va a complicar y no es por tonta ni por todas las cosas que hemos repasado; sino para que aproveches esas molestas repeticiones y tomes “clases de regularización y te pongas al corriente" y ahí, no hay víctimas, victimarios ni hogueras: hay la oportunidad de hacerte responsable de ti misma amorosamente.
¿Ahora te hace más sentido la relación entre fallar-repetir-aprender en tus relaciones de pareja?
Hazte "copy/paste" de esto:
Naces con todo el potencial merecido de aprender a ser feliz contigo misma; pero entre los padres, la sociedad y las parejas, la ponen interesante para que de verdad sea una buena capacitación... LA MEJOR.
· Si te crían en medio de rechazo y agresiones: aprendes a traducirlo en pareja como que tú no vales, que es MUY difícil que te quieran, o que cuanto más te anules, más garantizarás su amor.
· Si en la vida social te tragas la de que “es mejor quien se ve bien, tiene más o sabe más” y no ganas esa competencia, ahí te encargo cómo empiezas a invalidarte a través de la comparación con las demás.
Esencial reiterar: son aprendizajes obsoletos provenientes de creencias ajenas y solo las estás reproduciendo porque ¡estás en piloto automático y hay que aprender a conducir!
¿Crees que tu naturaleza (o alma), se va a quedar de brazos cruzados viendo cómo te haces la vida imposible a ti misma?
El “plan evolutivo” de un ser para vivir plenamente, no es muy distinto al aprendizaje del habla, el caminar, las materias de la escuela, ganarse la vida o… Conocer el agua hirviendo por contacto directo.
¿Te hace sentido que para RE-CONOCERTE, has de vivir experiencias que te ayuden a hacerlo?
Y si eso involucra a otros, es más efectiva.
Y si esos otros son prospectos de pareja que te gustan y de los que te enamoras, qué mejor (porque así la lección gana más tu atención)
Y si aún así, no te das cuenta, pues entra “el poderoso poder” de la repetición (a ver si notando el patrón, ¡algo mueve esta chica!)
Es una organización perfecta para que aprendas de lo incómodo repetitivo, pero el ego ve la transformación como una derrota.
Por ello, te propongo una reflexión más hacia lo espiritual (mi mero mole):
Sé honesta: ¿no crees que quemarte siempre con el mismo fuego es porque te acercas a él de la misma manera errónea en la que te enseñaron?... ¿O porque según tú, quien tiene que cambiar es el fuego?
¡Ay, que absurdo!, dirás…
Pues es lo que estás haciendo, cariño.
Cuando te cansas del patrón de exigir a las parejas lo que está dentro de ti y tienes que ir por él, suelen responderme:
“Pues… ni modo, no me queda de otra”
Y ¡PUM!... ese “ya ni modo”, resulta ser el gran tesoro: te lo garantizo:
Los patrones de pareja son para evolucionar y no para sufrir.
Hemos encarnado en esta vida para sacarnos adelante a través del escenario en el que nos pusieron.
> Si tu lógica racional llegó a su límite, te invito a activar la mirada del alma resignificando tu confianza, encontrando poder en tu miedo, sabiduría en tu herida y luz en tu sombra <
Soy Jaime Lugo, terapeuta transpersonal
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